El secretario general de la UOM, Abel Furlán, responsabilizó al Gobierno nacional por la pérdida de más de 26.000 puestos de trabajo en el sector metalúrgico desde la asunción de Javier Milei, advirtió que corren riesgo más de 3000 puestos de trabajo en la industria de la línea blanca y cuestionó la reforma laboral impulsada por el gobierno.
En un nuevo pronunciamiento público, la Unión Obrera Metalúrgica denunció que la apertura indiscriminada de importaciones “está arrasando con fábricas que durante décadas invirtieron, produjeron y generaron empleo argentino”. El sindicato señaló que en los últimos meses cerraron empresas emblemáticas como Whirlpool, Essen, SKF Autopartes y KTM Motos, además de fábricas de baterías y autopartes en distintos puntos del país. “Detrás de cada número hay familias, comunidades y economías regionales golpeadas”, afirmaron desde la organización.
Furlán remarcó que “el Gobierno es responsable de permitir un comercio exterior sin control que destruye empleo argentino”. Y agregó: “Competir contra productos importados sin reglas no es competencia: es condenar a la industria nacional a desaparecer”. En diálogo con María O’Donnell (Urbana Play), señaló que “solo en la línea blanca hay más de 3.000 trabajadores comprometidos en la zona de Rosario, donde se concentra la mayor parte de esa producción. Whirlpool era apenas el comienzo de una catarata de cierres que puede dejar tierra arrasada”.
Desde la UOM indicaron que el sector ya perdió más de 26.000 empleos formales desde diciembre de 2023 y advirtieron que la tendencia sólo puede profundizarse si no se adoptan políticas activas de defensa de la producción nacional, dado que no sólo se pierden puestos de trabajo sino que el salario es insuficiente para garantizar la mera subsistencia de los trabajadores. “La industria tiene hoy los peores salarios en muchísimos años —explicó Furlán—. El salario metalúrgico promedio ronda un millón de pesos, pero no garantiza ni siquiera el plato de comida. Y mientras tanto, la Secretaría de Trabajo impone pautas paritarias que van muy por debajo de la inflación”, sostuvo.
“Este no es tiempo para cagones”
Entrevistado por Gustavo Sylvestre (Radio 10), Furlán reclamó mayor compromiso del empresariado y de la dirigencia política frente al proceso de desindustrialización. “Hay muchos empresarios que se callan por miedo, pero este no es tiempo para cagones. Están destruyendo el entramado productivo y van a dejar tierra arrasada”, advirtió.
El dirigente también cuestionó el proyecto oficial de reforma laboral al señalar que “no tiene ningún sentido discutir legislación del trabajo si con este modelo económico no va a haber industria ni trabajadores”. Y agregó: “Lo que quieren es desfinanciar a los sindicatos para dejar a los trabajadores totalmente desprotegidos. Ninguna reforma laboral puede generar empleo en una Argentina que destruye fábricas todos los días”.
Furlán reiteró el compromiso del gremio con la defensa de la producción y el empleo, e instó al Gobierno y al Congreso “a revertir el rumbo antes de que sea demasiado tarde”. Subrayó que las consecuencias no sólo las paga el sector sino el desarrollo nacional en su conjunto. “Cada fábrica que cierra —expresó— no es solo una empresa menos: es un pedazo del futuro argentino que se apaga.”
